PREGUNTAS PODEROSAS

Cuando suceden cosas en nuestra vida normalmente solemos preguntarnos ¿Por qué a mí? ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? ¿Cómo me pudo haber hecho esto? "Yo no me lo merezco" o nos decimos "es que no tengo suerte"  "otras personas tienen más suerte que yo". 

Dependiendo de las preguntas que nos hagamos, así serán las respuestas que obtengamos: "Las preguntas adecuadas generan las respuestas adecuadas”. 

Estas preguntas permitirán un darnos cuenta, llegar a la conclusión correcta y que seamos los creadores de nuestras soluciones. En vez de preguntarnos ¿Por qué? Lo ideal sería preguntarnos ¿Qué puedo aprender de esto? Con el porqué solo nos daremos excusas y no nos permitimos desarrollar todo nuestro potencial, no nos permitimos entrar en nuestro interior y encontrar esa respuesta que nadie más nos puede dar. 

Al preguntarnos Qué puedo aprender de esto? comenzarán a venir a nuestra mente posibles soluciones, ideas innovadoras, estrategias que, de quedarnos en los por qué, no las veríamos, ya que nos regodearíamos en el lodo de la queja y el pobrecito yo. 

Qué logramos con las preguntas poderosas?

Se logran tres cosas específicas:
• Cambian inmediatamente aquello sobre lo que enfocamos la atención y, en consecuencia, cómo nos sentimos
• Cambian aquello que suprimimos
• Cambian los recursos de que disponemos

Características de una pregunta poderosa

• Genera curiosidad
• Estimula la reflexión y el pensamiento
• Saca a la superficie creencias y supuestos
• Abre la creatividad y nuevas posibilidades• Genera energía y acción
• Canaliza y enfoca la atención

Ejemplos de preguntas poderosas

Preguntémonos siempre en positivo

En la mañana:

• Qué me hace sentirme feliz ahora?

• De qué me siento orgulloso en mi vida?

• De qué me siento agradecido?

• De qué estoy disfrutando más?

En la noche:

 • Qué he dado de mí hoy?

• Qué he aprendido hoy?

• Cómo he contribuido a mejorar mi calidad de vida?

Albert Einstein dijo: “Si yo tuviera una hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, gastaría los primeros 55 minutos para encontrar la pregunta apropiada. Una vez supiera la pregunta correcta, solo necesitaría 5 minutos para resolver el problema”

 Si queremos cambiar nuestro estado emocional en un momento determinado, cambiemos las preguntas que normalmente nos hacemos.