Constantemente la vida
nos pone a prueba, se nos presentan situaciones que superan nuestras
capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la
muerte de un ser querido, el fracaso de un sueño largamente anhelado, problemas
económicos, cambios importantes… Circunstancias que nos pueden llevar al límite
y hacer que nos preguntemos: tendré la fuerza y la voluntad necesarias para
continuar adelante? En esta encrucijada tenemos dos opciones: sentir que hemos
fracasado y dejarnos vencer, o
sobreponernos y salir fortalecidos, es decir, ser resilientes.
Qué es la Resiliencia?
LA RESILIENCIA ES LA
RESISTENCIA FRENTE A LA ADVERSIDAD Y LA CAPACIDAD DE RECONSTRUIRSE.
La resiliencia implica
reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas
circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas
resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha
tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para
crecer y desarrollar al máximo su potencial. Para ellos no existe una vida
dura, sino momentos difíciles. Se trata de una manera diferente y más optimista
de ver el mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la
calma.
¿Cómo podemos ser más resilientes?
La resiliencia no es una
cualidad innata, es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida. Hay personas que son
resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano un modelo de
resiliencia a seguir, mientras que otras han encontrado el camino por sí solas.
Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos
algunos de nuestros hábitos y creencias.
De hecho, las personas
resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que han tenido que luchar
contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso
y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo
mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentar los
diferentes retos de la vida.
¿Qué caracteriza a una persona resiliente?
Son conscientes de sus
potencialidades y limitaciones. Estas personas saben cuáles son sus principales
fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera
pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus
necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para
conseguirlas.
Son creativas. El
resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia
dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
Confían en sus
capacidades. Confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es
que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden
lograr.
Asumen las dificultades
como una oportunidad para aprender. Son capaces de ver más allá de los momentos
dolorosos y no desfallecen.
Asumen las crisis como
una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos
momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que
reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo
aprender yo de esto?
Practican el mindfulness
o conciencia plena. Las personas resilientes tienen el hábito de estar
plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran
capacidad de aceptación. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se
presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños
detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.
Las personas resilientes
son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que
tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al
ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan
por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos.
Se rodean de personas que
tienen una actitud positiva. Saben cultivar sus amistades, por lo que
generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la
vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales.
No intentan controlar las
situaciones. Saben que es imposible controlar todas las situaciones, han
aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan
el control.
Son flexibles ante los
cambios. Tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y
cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y
siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse
obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
Son tenaces en sus
propósitos. Se distinguen por su perseverancia y su capacidad de lucha. No
luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente
y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les
ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
Afrontan la adversidad
con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es
su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma
de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse
optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de
las situaciones.
Buscan la ayuda de los
demás y el apoyo social. Son conscientes de la importancia del apoyo social y
no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.
Construyendo la Resiliencia:
·
Establezca
buenas relaciones con familiares, amigos y otras personas importantes en su
vida.
·
Vea
las crisis como oportunidades de crecimiento y no como obstáculos insuperables.
·
La
vida es un constante cambio. Un paso importante en la construcción de la resiliencia
es aceptar el cambio como parte integrante de nuestra vida.
·
Desarrolle
metas realistas, a corto plazo, y camine hacia ellas.
·
Actúe
con decisión al momento de resolver una situación.
·
Mantenga
la perspectiva. Vea más allá de lo que nuestros 5 sentidos nos permiten
percibir.
·
Preste
atención a sus necesidades y deseos.
·
Nunca,
pero nunca, pierda la esperanza. El árbol permite que sus hojas caigan en invierno
porque tiene la certeza absoluta de que la primavera llegará.
"Los obstáculos no tienen que detenerte. Si te encuentras con un muro, no te des la vuelta o te rindas. Averigua cómo escalarlo, atravesarlo o rodearlo".-Michael Jordan.
Les dejo unas cuantas preguntas para su reflexión:
¿Qué haces cuando sientes miedo, tristeza o rabia?
¿Qué historia te cuentas y te repites acerca de lo que te sucede?
¿Qué rol representas en lo que te sucede? ¡Eres víctima o protagonista de tu vida?
¿Cuántas expectativas te creas en las cosas que haces?
Espero sus comentarios.
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