Cuando escuchamos que alguien está en
un proceso de Coaching y vemos cambios en esa persona que está en eso del “Coaching”
muchos nos preguntamos ¿Qué es eso?, ¿Qué busca él o ella lograr con eso del “Coaching”?,
¿Será que ese tal “Coaching” también es bueno para mí?
Y es en ese momento que nos entra la
curiosidad por saber un poco más del tema buscamos y encontramos muchas definiciones y
muchas maneras de hacer coaching. Por ejemplo encontramos una definición básica
que dice que “El Coaching es un método que consiste en acompañar, instruir y entrenar a
una persona o a un grupo de ellas, con el objetivo de conseguir alguna meta o
de desarrollar habilidades específicas.” Y así leemos y encontramos
muchas más que al final de cuentas dicen lo mismo, sin embargo podemos entender
que el Coaching es un proceso que consiste básicamente en liberar el potencial
de la persona que decide entrar en este proceso para de esta manera desarrollar
su capacidad de aprendizaje, maximizar sus competencias y obtener una mejoría
sustancial en su desempeño tanto personal como laboral.
Entonces al entender el significado del
Coaching descubrimos que este es un proceso dinámico en donde interactúa
alguien que acompaña a otro a lograr sus metas y objetivos a través de
herramientas de coaching y de preguntas abiertas, en donde lo importante es
avanzar hacia delante, es decir, del presente al futuro. En este caso ese
alguien que acompaña se llama Coach y el otro que desea alcanzar sus metas y
objetivos es llamado Coachee.
De esta manera vemos que en el Coaching lo
importante es explotar ese potencial de las personas en términos de su futuro
contando con lo que tienen en el presente y solo tomando del pasado aquello que
lo hizo exitoso para alcanzar objetivos pasados.
Al entender un poco más del Coaching nos damos
cuenta que este proceso se enfoca siempre en resaltar aquello en lo que somos
buenos, aquello en lo que destacamos y que podemos desarrollar un poco más para
mejorar y transformar nuestra realidad buscando obtener resultados exitosos en
el futuro.
Cuando logramos entender y descubrir este mundo
maravilloso del Coaching muchos nos entusiasmamos y buscamos a ese alguien que
nos puede acompañar a lograr nuestro objetivo y a transformar nuestra vida en
una vida más positiva que la que sentimos tener hoy. Muchos creemos que el
Coaching es un término nuevo, de este siglo, y lo creemos así porque tal vez
ahora es que lo escuchamos mucho más pero cuando leemos o nos encontramos con
un Coach nos enteramos de que este un proceso que se viene dando desde hace
mucho tiempo, tanto así que el primer gran Coach fue Sócrates y lo entendemos
es a través de sus pensamientos.
En el siglo V A.C., el gran filósofo griego afirmaba que
no existía el enseñar, sino solo el aprender, y despertaba en sus discípulos
una conciencia clara de sus carencias para impulsarles a preguntarse y
cuestionarse a sí mismos, encontrando así las respuestas a los problemas
planteados.
Como el Coaching es un proceso podemos describirlo o
integrarlo en tres situaciones muy concretas:
1ra Situación: “El darse cuenta”, es donde la
persona toma conciencia de su realidad, de lo que está viviendo en el día a día
en lo laboral y en lo personal.
Al enfrentarse a esta realidad es cuando se da
cuenta que las cosas que está haciendo no lo ayudan a avanzar ni a lograr eso
que tanto desean o necesitan en este momento. Y esto pasa porque los seres
humanos estamos programados para que “alguien” nos ayude y nos diga que es lo
que tenemos que hacer con nuestras vidas, sin darnos cuenta que solo nosotros
tenemos las respuestas de nuestra vida.
2da Situación: Cuando nos enfrentamos a la primera
situación caemos en esta segunda situación que es la de “Tomar acciones”, es
decir, cuando nos preguntamos ¿Cómo me hago cargo?, ¿Cómo me responsabilizo por
esto que me está pasando?.
Esta situación se torna algo traumática dado que
empezamos a cuestionar nuestras creencias, hábitos, paradigmas, etc. Pero lo
importante es que al pasar por esta fase empezamos a traducir todas estas situaciones
en conductas o acciones concretas que nos van a permitir resolver, mejorar o
cambiar aquello que no nos estaba funcionando hasta el momento y que nos estaba
generando malestar e incomodidad.
3ra Situación: Es el momento en el que nos preguntamos
¿Qué sentido tiene todo esto para mí?, ¿Cuáles serán los beneficios que obtendré
si llevo a cabo estas acciones que plantee en la situación anterior? Y lo más
importante es preguntarnos ¿Cuáles son los beneficios de los que nos estamos
perdiendo por no actuar de tal o cual forma?
Es en esta situación en la que nos encontramos en
nuestro “Punto de Quiebre” y nuestro punto de quiebre no es más que decidir si
dejamos que nuestro miedo a hacer las cosas nos domine o si nos atrevemos y
tomamos las oportunidades que la vida nos está ofreciendo.
Luego de
vivir estas situaciones entendemos que un proceso de Coaching tiene un impacto
positivo y directo en nuestra vida laboral y personal, dado que este proceso se
traduce en el realizar acciones nuevas, en la generación de nuevos hábitos que
nos generaran nuevas realidades y nuevas formas de expresar nuestro potencial.
Indudablemente al vivir un proceso de Coaching
rompemos con aquellas rutinas defensivas y paralizantes que nos impedían aflorar
nuevos planes de acción. Es aquí en donde ponemos a prueba nuestra capacidad de
salir de viejos hábitos y creencias que ya no se adecuan al momento histórico en
el que vivimos ni a las nuevas exigencias y retos que este momento representa.
Entonces el Coaching no es más que la manifestación
del “Do it
yourself” que empieza a calar mucho en
este mundo globalizado que tenemos hoy en día.
Ya para finalizar por hoy, los dejo con esta pequeña
reflexión:
¿Cuántas veces se han convertido en esclavos de su
miedo y hasta cuándo van a permitir que el miedo se vuelva su amo?
Déjanos tus comentarios y opiniones aquí.
Gracias por acompañarnos y leernos, esperamos crecer junto a uds.